Homenajeamos a Antonio Alonso ‘El Niño’, un vecino de La Punta comprometido con su barrio
16 Feb 2023«Fue un hombre hecho a sí mismo», explica el secretario general del PSOE de La Laguna y alcalde, Luis Yeray Gutiérrez. Antonio Alonso ‘El Niño’ «amó profundamente a su tierra, incluso desde la distancia de la emigración, y que regresó a Punta del Hidalgo para trabajar por este lugar, implicándose en su desarrollo, con esfuerzo y generosidad. Es un orgullo contar con vecinos y vecinas tan comprometidos en la vida del municipio, que son un ejemplo de trabajo y perseverancia”.
Hace unos días, le hicimos un merecido homenaje. El parque de Las Furnias, en Punta del Hidalgo, lleva ahora el nombre de Antonio Alonso Alonso ‘El Niño’, en memoria de uno de los vecinos que contribuyeron al desarrollo de este enclave costero en la segunda mitad del siglo XX.
Antonio Alonso Alonso tiene méritos más que suficientes para este homenaje, además, de su entusiasta labor a favor del pueblo, sobre todo en lo relacionado con la construcción del campo de fútbol de la Unión Deportiva Hidalgo, su participación activa en la organización de las fiestas patronales de San Mateo y el adelanto de las cesiones que permitió la ejecución de las viviendas de La Luchada.
Antonio Alonso Alonso nació en 1930 en Punta del Hidalgo, en el seno de una familia conformada por cinco hijos, siendo este el único varón, motivo por el que recibió el apodo de ‘El Niño’. En 1956, emigró a Venezuela, donde pasó casi 30 años de su vida, principalmente dedicado a la construcción, y creó su propia familia. Posteriormente, programó su jubilación temprana en Tenerife, asentándose nuevamente en su localidad natal. En la década de los 70, compró la finca donde hoy se encuentra el parque hasta ahora denominado como Las Furnias, dejando los terrenos para la construcción de un campo de fútbol. Además, participó activamente en las fiestas de San Mateo, llegando a ser el presidente de las mismas, y adelantó la cesión de otra parcela para la construcción de 128 viviendas promovidas por la Cooperativa de Viviendas La Luchada, puesto que el terreno propiedad del Ayuntamiento solo tenía capacidad para albergar la mitad.